Este fenómeno de la conducta, cuyo casi impronunciable nombre ignora la mayoría, hace del pretexto todo un arte. Pero puedes superar este mal hábito con seis pasos.
Proponte metas
realistas. La tasa de fracaso es muy
alta cuando se formulan retos que no son acordes con la capacidad de respuesta.
Anuncia tus logros.
Quienes hacen públicos sus propósitos, llevan un plan y un diario de sus
progresos, y aceptan ayuda para apuntalarlos, logran más fácilmente sus
objetivos.
Apóyate en un
compañero. El factor de éxito más popular para cumplir los propósitos es el
acompañamiento de colegas, compañeros de escuela, la familia o amigos.
Divide tu propósito
en etapas. Dividir el propósito personal en etapas y asignar el tiempo que
destinará a cada una.
No olvides el aspecto
divertido de los propósitos. La diversión también juega un papel clave en
el logro de los propósitos.
La recompensa también
es importante. También se aconseja premiarse por cada logro y pensar en lo
bien que se sentirá la persona al lograr su objetivo.
Este
texto es un fragmento del reportaje No sueñes con hacerlo... ¡Hazlo! que fue publicado en la revista
QUO de enero de 2012.
Extracto de
artículo aparecido en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario