jueves, 17 de mayo de 2012

Mentir. ¿La destrucción de la persona?

Muchos son los casos de personajes de renombre, que han visto truncada su carrera profesional por el hecho de haber mentido. Pero, lo importante ya no es la consecuencia laboral que se deriva de haberlo hecho, sino el daño interior que se ocasiona a uno mismo.

En algún momento, muchos nos hemos podido ver tentados a no decir la verdad en una entrevista de trabajo, a la hora de redactar un currículum o ante la atenta mirada de un cliente o de un superior.

El dar el paso de faltar a la verdad, independientemente de no haber sido detectada por el resto, supone que en nuestro interior, resuena una queja. La queja de nuestro “Yo interior” que sabe que no hemos sido honestos con nosotros y con los demás. Es esa barrera, que una vez traspasada, nos acompaña en nuestro camino, haciéndonos ver en todo momento que nos traicionamos a nosotros y que nos obliga a guardar ese secreto para evitar las represalias por semejante deshonestidad.
 
Cuando uno es descubierto y aflora el engaño, no sólo perdemos la credibilidad ante el grupo, sino que nuestra autoestima se ve dinamitada, dándose casos en que dicha situación lleva al aislamiento de la persona y un difícil tránsito hasta su superación.

Scott Thompson, ex consejero delegado de Yahoo

Casos como el de Scott Thompson, hasta hace poco Consejero Delegado de Yahoo, son un claro exponente de lo que conlleva mentir. Scott, faltó a la verdad, modificando su currículum, en el cual dijo tener titulación en programación computacional, cuando realmente tenía un título de contabilidad. El descubrimiento de semejante mentira le ha costado la pérdida del puesto, aunque se hayan aducido cuestiones personales. Pero, ¿Cuáles habrán sido los daños que le ha provocado el haber mentido durante años y saber que algún día podía ser descubierto? Actualmente, Scott Thompson se está sometiendo a un tratamiento, tras habérsele diagnosticado cáncer de tiroides. ¿Casualidad?

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