Nacemos,
crecemos, recibimos educación, nos procreamos, envejecemos, pero por el camino
se nos indica que lo importante es consumir, obtener estatus social y dar más
valor a lo que tengo que a lo que soy.
Llegado a
este punto, cuando la sociedad parece colapsar por esa filosofía del
consumismo, de endeudarse por obtener los objetivos materiales y de olvidarse
del verdadero sentido de la vida, es cuando se hace imprescindible para y
reflexionar.
Así que, reflexionemos:
¿Cuántos de
nosotros hemos dejado nuestros sueños aparcados? ¿Cuántos hemos olvidado lo que
supone disfrutar de un amanecer o un atardecer? ¿Cuándo fue la última vez que
disfrutaste de un momento de soledad si reparar en el reloj? ¿Y de ese día en
la naturaleza en que te sentías parte del entorno?
Hay tantas
emociones, sentimientos, sueños, vivencias, que hemos olvidado, que sólo parece
ocupar nuestra mente la crisis económica, el miedo al futuro, los despidos, las
deudas y todo aquello que nos asfixia.
Al igual
que en la práctica del yoga, todo se basa en ir cediendo, en rendirse a lo que
ocurre ante ti y fluir con confianza.
Sé que es complicado asumir esta idea cuando los pagos te acucian y la cuenta
del banco da miedo mirarla, pero realmente hemos venido a experimentar cosas
maravillosas y tenemos el poder de
revertir esta situación.
Veo mucha
gente con ideas nuevas, con ganas de colaborar, de enseñar a otros, de buscar
soluciones creativas y eso me hace confiar en los seres humanos que me rodean.
Por ello, es vital cambiar nuestra forma de ver la realidad, de ser positivo,
de confiar, de empujar a los que tienen ideas, de creer en ti y en los tuyos.
Seguro que
alguno de vosotros habréis oído hablar del experimento
del “Mono 100”, pero para quien no lo conozcáis os dejaré, más abajo, el vídeo
en el que de manera sencilla se explica el poder de la intercomunicación en las
especies y nosotros no somos una excepción.
Debemos
lograr una masa crítica que haga saltar todos los resortes y pasemos de sufrir
la vida a vivirla realmente, tal cual deseamos que sea. Alcancemos esa masa
crítica y disfrutemos de ese momento con alegría y felicidad. Yo creo que nos
falta muy poco para llegar a ese punto.
¿Quieres formar parte de esa nueva humanidad? Pues, cambia tu forma de ver la realidad, confía en ti, en tus posibilidades, sé optimista aunque diluvie y deja que tus sueños se hagan realidad.
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